miércoles, 30 de noviembre de 2011

AR

   Probablemente la ciudad más grande y gloriosa de Gor. Situada en las bajas latitudes del hemisferio norte, comprende el vasto terreno situado al sur del río Vosko y al norte del río Cartius. Al norte de la ciudad se encuentra un bosque pantanoso.
   Ar es enemiga de Koroba, Cos y Tyros. Carece de puerto marítimo de modo que el Vosko es de vital importancia para ella, por ello reclama la costa sur del Vosko.
  Ar es la ciudad central depositaria de la Piedra del Hogar de otras muchas ciudades. Se ha convertido en un imperio formado por mas de miles de cientos de cilindros y puentes y en la que habitan mas de 3 millones de libres.  

Ar no era una ciudad sitiada, aislada, a la manera de muchas en Gor, sino una metrópoli, en la que se conservaban las Piedras del Hogar de numerosas ciudades que hasta hacía poco habían sido libres. Existía un Imperio de Ar, un estado vigoroso, arrogante, aguerrido, que estaba interesado muy a las claras en aniquilar a sus enemigos y extender más y más su hegemonía política a través de las llanuras, montañas y desiertos de Gor.
 (Guerrero de Gor, cap 5)

   En su afán por convertirse en la capital de un gran imperio goreano y dominar al resto de ciudades, Ar se granjeó la enemistad de sus vecinos. Por ello se ideó una medida defensiva conocida como el "margen de desolación". Consistió en allanar el terreno circundante de la ciudad (salvo los pantanos, obviamente), dejando un diámetro de varios parsangs libres de plantaciones, árboles, rocas o cualquier otro accidente natural que pudiese proporcionar cobijo y resguardo a los posibles enemigos. De este modo resultaba imposible aproximarse a Ar por tierra sin ser vistos.


Supe entonces que estábamos en territorio de Ar y que debíamos volar por encima del Margen de la Desolación, una zona yerma, que ahora comenzaba a recuperarse, y que años atrás había sido desocupada y devastada, para que así los campos del norte de Ar estuviesen protegidos por esa barrera natural. La protección era, presumiblemente, contra probables invasiones del norte o, más posiblemente, incursiones de piratas del Vosk. En el reinado de Marlenus, en la época anterior a su exilio, y después, con su restauración, se había dejado el Margen de la Desolación deliberadamente desatendido para que pudiese recuperarse.
(Cautiva de Gor, cap 13)





Sus maravillosos cilindros relucientes se alzaban orgullosos detrás de las blanquísimas fortificaciones de mármol; sus dos muros, el primero de los cuales tenía una altura de cien metros y el segundo, a veinte metros del anterior, alcanzaba los ciento treinta metros, eran tan anchos que se los podía recorrer con seis carromatos de tharlariones, uno al lado del otro. A intervalos de cincuenta metros se alzaban torres elevadas. Encima de la ciudad, de los muros a los cilindros, y entre éstos, pude ver el reflejo del sol sobre alambres de tarn que se balanceaban, millares y millares de finos hilos de metal que se extendían sobre la ciudad a la manera de una red protectora. Era prácticamente imposible conducir un tarn a través de esa red, ya que los alambres seccionarían las alas del animal.  
(Guerrero de Gor, cap 15)


La ciudad de Ar debía constar de más de cien mil cilindros adornados con luces por la fiesta vegetal. No puse en duda el hecho de que Ar fuera la ciudad más grande de todo el planeta, al menos de lo que se conocía de Gor. Era grandiosa y bella, un digno marco para la joya del imperio
 (Guerrero de Gor, cap 5)

Vistas de la ciudad y sus cilindros
 
 Mercado de kajiras
Una de las muchas tabernas de la cuidad
 Mercado
 Uno de los muchos Baños


Los jardines de Ar son famosos en todo Gor

Las hijas de las castas elevadas se crían en Ar en los Jardines Elevados como flores, hasta que algún pretendiente de alto linaje, preferentemente un Ubar o un Administrador, pague por la novia el precio fijado por los padres.
(Guerrero de Gor, cap 8)

Salones

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